Fauzia Mohammad Abdul Rahman Al Sindi

Fauzia Mohammad Abdul Rahman Al Sindi
Nacida en la ciudad de Al Manamah – Al Bahrain, 1957
Tiene 3 hijos: Walid, Khaled, Youssef

Licenciada en estudios comerciales – Universidad de Cairo
Ha trabajado en varios campos bancarios (1986 – 1987)

Ha fundado un centro internacional para el entrenamiento en programas de computadoras (1990 – 2000).
Es miembro en la asociación de los escritores.

Ha formado parte del cuerpo de redacción en revista “Kalimat”.
Ha contribuido en la revista cultural Bahrani.
Contribuye a través de una escritura literaria “saut” en la revista Bahrani “Al Watan” que se publica también en los Emiratos Árabes.

Festivales de poesía y encuentros literarios:
• Festival de Assila, Maruecos, 1987.
• Congreso de literatura Árabe, Lybia, 1988.
• Festival del club de las poetisas, Al Sharqa, 1989.
• Primer festival de Al Khansa para las poetisas árabes, Amman, 1999.
• Festival internacional de Sussa, Tunisia, 1999.
• Primer festival internacional, Al Mutanabby, Zurich, 2000.
• Festival de poesía, feria internacional del libro, Beirut, 2000.
• Festival internacional de poesía árabe, Granada, 2000.
• Festival cultural de Doha, Qatar, 2000.
• Festival de poesía y dialogo de las culturas, Paris, 2002.
• Congreso de la mujer y de la literatura, el cairo, 2002.
• Festival de la primavera de la poesía, Instituto del mundo árabe, Paris, 2003.

Su poesía es traducida:
• Al ingles, en la antología “poetisas árabes”; Traducción realizada por la poetisa Nathalie Handal.
• Al francés, en la antología de la poesía árabe moderna; traducción hecha por el poeta Abdul Qader El Yanabi.
• Al alemán, en la antología de la poesía árabe moderna, desde 1945 hasta hoy, publicado por Buch.
• Al español, en la antología de la poesía árabe, traducción realizada por la poetisa Belén Juárez.
• Al Italiano, en la antología de la poesía árabe, traducción realizada por la doctora Francesca Corponi, universidad de Napoli.

Sus publicaciones poéticas:
• El Despertar, 1982, Librería oriental, Bahrain.
• No Se Si Puedo Ver Alrededor, Si Puedo Describir Lo Que Pasó, 1986, Librería oriental, Bahrain.
• La Voz Del Ausente, 1990, Asociación de los escritores y Kalimat.
• El Ultimo Sopló De Viento, 1998, Ediciones Al kunus Al Adabiya, Beirut.
• El Refugio Del Alma, 1999, Ediciones Al Kunus Al Adabiya, Beirut.
• La Rehén Del Dolor, 2005, Al Muassassa al Arabiya leldirasat wal nashr, Beirut.

 

LA OFRENDA

Embelleces con tus manos indómitas los pretextos de ofensiva
Que en el frente de las interrogantes se aglutinan
En el despertar de tus ojos se concentra
La lengua que anuncia el puño de la rebeldía
Y se venga en tus asesinos
Cada noche el pulmón sangra
Y se inyectan las costillas del calor de la pila de la sangre
Para hendirse las garras de los lobos
Que levantan el polvo en su temor al puño
Cada vez que los zorros violan
Los pasillos del caldero de la memoria
Con el aullido de la derrota

¿Quién eres?
¿Un infeliz que atraviesa el filo de ciclones inmolados?
¿Divino que vigila los bordes de los volcanes
para que los buitres montaraces
recojan la lava de la primera alarma?
¿Poeta salido del terciopelo de un rebaño
que va asustando a los peregrinos cada vez que se derraman
hacia un ateneo que alborota
con sus ceremonias de clemencia?
¿Ángel descendiente de su Beatitud el Demonio?
¿Cármata que sobrepasa el cetro de la Historia
y se yergue frente a la lejanía blandiendo la vergüenza
de las tribus ubicadas en la jaima de la inmolación
y de las limosnas asesinadas?
El defensor que arremete en el combate de las palabras
Ante una justicia que opta por el tributo de la fuerza
Y apuesta por la prosternación de la fetua
O el puñal que esculpe el esqueleto terrestre
Desgarrando el hueso del trono
Antes de alcanzar la funda de la garganta.

¿De dónde has venido?
Todas las cuestas desconocen el manto de tus andares
Y el polvo de tus valerosos soldados
Todos los puertos no han probado la energía de tus brazos
Cuando se arrojan el uno al otro
El ardor de los cuernos de caza
Cuando una tempestad que anhela la certeza del polvo, viniste
¿Estás aquí
para morar una cueva que cerca los cercos
con la madera que congrega al roble de la sospecha
y caminar arrugado con pétreos pies de ascuas
atravesando lagunas y aceras de ciudades
preparadas para rechazar pezuñas y cascos?
¿O estás
para escribir cada tarde
sobre la mortaja de los muertos cercanos a ti:
“Aquí ruge el horror que no tiene morada”?

¿Estás solo
o acompañado por una mujer que no perdona?
La espuma de tus ojos la encontró en el portal del mar
Mientras prendía fuego a sus prendas
Como velas de naves ahogadas
Y se curtía el cuero cabelludo –ese límite externo de lo profanado-
Para poder coser con sus canas
Palanquines para las princesas del viento.
O quizás se unió a ti, cual cachorro lactante
Insumisa a los consejos de los suyos
Mientras alisaba sus garras rebeldes
Sobre el pedestal de tus rodillas.

Aquí estás,
Pueblo en una bandera enfurecida que tú clavas
En el hombro asesino que vigila el hálito del agua,
Y no demoras el castigo
De los señores del momento.
Fascinado por las extrañas riberas selladas con lanzas
Seduces a tus manos
Y te vas lejos, muy lejos,
En un viaje ajustado al deseo de las alas.

Traducción árabe-español: Laroussi Haidar
Coordinación. Belén Juárez

 

POEMA

Fawzia al-sindi

Mi único guía es el aire
Que Dios esté conmigo
para que no abandone a un corazón atormentado
que el tiempo ha roto acumulando desgracias
el terror canturrea su miedo y consume el aleteo del alma
en estado de ruina
Sobre una blancura huérfana me echó el útero
sellada con la palma de la mano de un dueño
Soborno la oscuridad de mi fuero interno
para deletrear una muerte que arde por el ultraje de la vida
Mis antecesores son dos rocas desprovistas de dedos
¿Cómo escaparé hacia una fuente que ignora al arroyo torturado?
¿Cómo, con dos manos errantes y un aire
que suplica la descomposición del cuerpo
para fluir un poco
a no ser que escrute un enemigo mortal que no ve?

A ti, con tu distraída debilidad
esposado por las miradas
el capricho de mi alma es más fuerte
que un cuerpo que se derrumba para permanecer
soy el comportamiento del alma desterrada
me han torturado las trayectorias
la desaparición ha vuelto en mi dirección.

Si no fuera por ti … sería
la vaina de la tierra aplazada
Heme … afilada con la fiebre de la tinta
chorrea la sal de una frente que rechaza la aversión del papel
vigila la ida de la salvación hacia una atadura en espera
suplica que deje la lucha armada del dolor.

Soy la conciencia del paciente,
quien observa a toda gacela que traicione al desierto
y al ciervo amigo del terreno escabroso, 
contemporáneo de un tiempo que se envalentona o, si no, abandona
corro velozmente asustada, anclo mis víctimas
me tapo conmigo misma
subo mi voz
no acaba mi caminar hacia la comedia de los agravios
ni me interesa más que la sangre que fluye
y no se entristece
que es la fuga deseada para el riego de las heridas
sangre que no sigue a su semejante.

Tú, espada de la infancia, 
préstame las bridas de la niñez
para destruir el aire de la nostalgia
para luchar contra los hablares fáciles, 
rechazo violentamente las palabras
la claridad de la hierba del fuego, 
el verde de las ascuas que introducen mi visión.

Permanecí 
sacerdotisa que no sabe 
cómo construir una fidelidad al templo
ni cómo fijar la buena fama del incienso
¿seguirá siendo ella 
la cerámica alheñada con el fuego del paraíso?
¿Conducirá el agua del dolor 
hacia los sedientos del futuro?
¿Sabe cómo la ve el día?
No más que una mujer sola …
por la sacudida de la yugular y el despertar de las hojas
por el temblor del último altar
Conduce la puñalada de la noche
sola.

Publicado en la revista Extramuros: Especial Poetas Árabes, 2003
Coordinación: Belén Juárez